La concienciación de los ciudadanos, elemento clave para la ausencia de incidentes en El Rocío durante el pasado fin de semana
Año tras año están descendiendo las intervenciones, gracias a la actuación conjunta de guarda civil, y policía local y autonómica
Almonte. Lunes, 4 de enero de 2010.
La policía local ha realizado un balance muy favorable del dispositivo de seguridad llevado a cabo durante el pasado fin de semana, que incluyó la celebración del fin de año en la aldea de El Rocío. Se ha comprobado que los esfuerzos de años anteriores, acometidos por el cuerpo municipal, la guardia civil y la unidad adscrita de la policía autonómica, van calando entre la población residente con ocasión de las fiestas.
La Nochevieja y el año nuevo han sido calificados como “tranquilos”, por parte de la jefa de policía Paqui Borrero, “pese a que se ha registrado una afluencia de personas similar a la de años anteriores”. En la misma línea se ha manifestado el concejal de seguridad ciudadana, Domingo Núñez, quien ha manifestado su satisfacción “porque cada año desciende el número de incidencias, gracias al trabajo de las fuerzas de seguridad”.
El clima ha condicionado, según la responsable, que muchas personas hayan decidido permanecer en el interior de sus casas y no desplazarse a otros domicilios caminando, práctica usual en anteriores ediciones. Pese a ello, algunas calles han registrado una afluencia de público espectacular. “En la calle Ajolí contabilizamos 702 vehículos a las cuatro de la madrugada del 31 al 1 de enero. Vetalengua o Águila Imperial presentaban aún mayor densidad de coches. Sólo hay que multiplicar por todas las calles de la aldea para hacerse una idea del número de personas presentes”. El cálculo exacto lo aporta la jefatura provincial de tráfico durante la romería, pero no se dispone de este dato en las fiestas navideñas.
Casi sin incidencias
No se ha registrado ningún tipo de altercado de importancia, según fuentes policiales. Tan sólo se han realizado algunas actuaciones por música alta a partir de las seis de la mañana. Capítulo aparte merecen los atascos de vehículos, a consecuencia del estado de las vías, “algo que era perfectamente conocido por las personas que han acudido a la aldea”, según Borrero. Otras llamadas se han debido a colisiones leves entre vehículos, “y nada más, lo que da una idea del grado de tranquilidad alcanzado durante estos días”.
Con relación a playa de Matalascañas, no se han registrado incidencias, y en Almonte, un par de servicios motivados por el volumen de la música en otras tantas viviendas. “El balance de las fuerzas de seguridad se ha ajustado por tanto a los objetivos que se esperaba cumplir”, finalizaba la responsable de policía local, quien ha hecho un reconocimiento expreso a la plantilla, por su “espíritu de sacrificio y su enorme responsabilidad”.
Tras cuatro años de patrullas conjuntas entre esta entidad y la guardia civil, desde las fechas previas a la Navidad y Nochevieja, se multiplican ahora los efectos positivos de esta medida. La mayor presencia de policía en la aldea, ha creado también un aumento en el grado de responsabilidad entre los visitantes durante las fiestas.
La concienciación de los ciudadanos, elemento clave para la ausencia de incidentes en El Rocío durante el pasado fin de semana
ResponderEliminarAño tras año están descendiendo las intervenciones, gracias a la actuación conjunta de guarda civil, y policía local y autonómica
Almonte. Lunes, 4 de enero de 2010.
La policía local ha realizado un balance muy favorable del dispositivo de seguridad llevado a cabo durante el pasado fin de semana, que incluyó la celebración del fin de año en la aldea de El Rocío. Se ha comprobado que los esfuerzos de años anteriores, acometidos por el cuerpo municipal, la guardia civil y la unidad adscrita de la policía autonómica, van calando entre la población residente con ocasión de las fiestas.
La Nochevieja y el año nuevo han sido calificados como “tranquilos”, por parte de la jefa de policía Paqui Borrero, “pese a que se ha registrado una afluencia de personas similar a la de años anteriores”. En la misma línea se ha manifestado el concejal de seguridad ciudadana, Domingo Núñez, quien ha manifestado su satisfacción “porque cada año desciende el número de incidencias, gracias al trabajo de las fuerzas de seguridad”.
El clima ha condicionado, según la responsable, que muchas personas hayan decidido permanecer en el interior de sus casas y no desplazarse a otros domicilios caminando, práctica usual en anteriores ediciones. Pese a ello, algunas calles han registrado una afluencia de público espectacular. “En la calle Ajolí contabilizamos 702 vehículos a las cuatro de la madrugada del 31 al 1 de enero. Vetalengua o Águila Imperial presentaban aún mayor densidad de coches. Sólo hay que multiplicar por todas las calles de la aldea para hacerse una idea del número de personas presentes”. El cálculo exacto lo aporta la jefatura provincial de tráfico durante la romería, pero no se dispone de este dato en las fiestas navideñas.
Casi sin incidencias
No se ha registrado ningún tipo de altercado de importancia, según fuentes policiales. Tan sólo se han realizado algunas actuaciones por música alta a partir de las seis de la mañana. Capítulo aparte merecen los atascos de vehículos, a consecuencia del estado de las vías, “algo que era perfectamente conocido por las personas que han acudido a la aldea”, según Borrero. Otras llamadas se han debido a colisiones leves entre vehículos, “y nada más, lo que da una idea del grado de tranquilidad alcanzado durante estos días”.
Con relación a playa de Matalascañas, no se han registrado incidencias, y en Almonte, un par de servicios motivados por el volumen de la música en otras tantas viviendas. “El balance de las fuerzas de seguridad se ha ajustado por tanto a los objetivos que se esperaba cumplir”, finalizaba la responsable de policía local, quien ha hecho un reconocimiento expreso a la plantilla, por su “espíritu de sacrificio y su enorme responsabilidad”.
Tras cuatro años de patrullas conjuntas entre esta entidad y la guardia civil, desde las fechas previas a la Navidad y Nochevieja, se multiplican ahora los efectos positivos de esta medida. La mayor presencia de policía en la aldea, ha creado también un aumento en el grado de responsabilidad entre los visitantes durante las fiestas.