jueves, 23 de diciembre de 2010

El hundimiento parcial de la calzada en la calle La Ribera pone en alerta a los servicios municipales

Las intensas lluvias de este otoño han ocasionado un grave perjuicio a un tramo de la calle La Ribera A primera hora de la noche de ayer jueves se registró el hundimiento de parte de la calzada, formando un socavón de entre y cinco y seis metros de diámetro, por cinco de profundidad. La rotura de la bóveda provocó además la fractura de la tubería de abastecimiento de agua de las viviendas próximas. Nada más conocerse el hecho, el Ayuntamiento puso en marcha sus servicios, tanto de Policía Local como los relacionados con las concejalías competentes.

Durante esta mañana, los técnicos de urbanismo han reconocido exhaustivamente los inmuebles más cercanos. Se ha procedido finalmente a apuntalar una vivienda que ha sufrido daños en la terraza que da a la calle, justo delante del socavón. Por seguridad, han aconsejado que sea desalojada. También se ha acotado el lugar para el desarrollo de los trabajos de reparación.

La empresa adjudicataria de la red de saneamiento del municipio, Aqualia, junto a la encargada del abastecimiento de agua, Giahsa, se están encargando de los arreglos en la zona. Ambas continuarán ahora hasta cerrar la tubería, ya que el paso de agua estaba erosionando aún más el terreno afectado. El Ayuntamiento ha contratado los servicios de otra empresa que está acometiendo la obra civil. Los trabajos seguirán hasta que la emergencia se solucione, según ha informado el departamento de Obras y Servicios.

El origen del problema

La calle aloja una bóveda a lo largo de quinientos metros de extensión, que tiene más de cincuenta años. Se encuentra en un estado de deterioro muy avanzado, debido a la descomposición y erosión del material. En este sentido, el Ayuntamiento tiene encargado un estudio a una empresa especializada en la materia, que justamente tendría que haber comenzado sus trabajos hace cuatro días, lo que no ha sido posible debido al temporal de agua.

La bóveda está situada a seis metros de profundidad. La intención es introducir una cámara para conocer el estado que presenta. En función del estudio, se elaborará el proyecto de obra, cuya ejecución compete a Aqualia. Consistirá en una “encamisamiento” o recubrimiento con materiales especiales, hasta que la tubería quede completamente compactada. También deberá aportarse un importante relleno de material, lo que supone una importantísima inversión.

Algunos antecedentes

En enero de 2009 se produjo un socavón algo menor, que provocó la colocación de un tramo de tubería nueva. El último de los hundimientos tuvo lugar el pasado mes de septiembre. Desde entonces, el Ayuntamiento trabaja en la solución de un problema que preocupa al equipo de Gobierno por la complejidad que presenta, habiéndose optado finalmente por la realización del estudio a cargo de una empresa especializada. También se trabajó en la zona de salida del agua hace ocho años.

El nomenclátor de esta vía ya hace referencia a que por ella pasa gran cantidad de agua de lluvia y a su desembocadura final a las afueras del núcleo de población. Es la continuación de la bóveda que baja por la calle Alcantarilla, Albéniz, Callejón de Los Granados y calle Arenal, y que sigue, a través de esta amplia calle, hasta la salida.

Según la concejala titular del departamento de Obras, Luisa Naranjo, “por fortuna, este año se ha culminado la obra para construir una segunda tubería que dividiese la carga pluvial que llega a la localidad, gracias a una partida del Plan Estatal 2010. Las consecuencias hubiesen sido mucho mayores de no haberse concluido esta actuación, ya que el total de agua de lluvia pasaba anteriormente por este lugar”.

Almonte. Jueves, 23 de diciembre de 2010.

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