viernes, 17 de diciembre de 2010

En marcha la campaña de recogida de piña en el municipio, con cuatrocientas familias implicadas

La campaña de recogida de la piña en el término municipal se ha iniciado de manera muy satisfactoria, según ha trasladado el departamento de actividades forestales. Finalmente, los pinos han producido una gran cantidad de fruto. Sólo en los montes de propios del Ayuntamiento se han aforado unos 700.000 kilos, lo que contrasta con la escasez sufrida el pasado año, cuando sólo se pudieron recolectar unos 100.000. Como dato significativo, ya se llevan recogidos alrededor de 250.000 kilos en los montes municipales. El recurso se obtiene además de los árboles del Patrimonio y el Parque Nacional, más difíciles de cuantificar por la administración municipal.

En términos de empleo también se han cubierto las expectativas que se habían originado. Alrededor de cuatrocientas familias han trabajado desde el pasado 1 de diciembre, comenzando por el fruto más accesible. Tras el tiempo transcurrido, empieza a descender el rendimiento, por lo que sólo quedan en el campo la mitad de ese número inicial. A partir del primer mes, sólo resultará rentable a los profesionales del sector. La normativa señala que la temporada finaliza el próximo 15 de abril, aunque dependerá del rendimiento que se vaya obteniendo y de la época de nidificación de aves.

Según el técnico municipal, Victoriano Camacho, “esta práctica siguen siendo muy útil para la economía de muchas familias, ya que se compagina con otras campañas agrícolas, tras la vid y la aceituna, y antes de la fresa”. Por tanto, es un recurso excelente para muchos vecinos durante estas fechas, a lo que se añade el buen número de excelentes profesionales con los que cuenta el municipio para la recogida del piñón.

Por su parte, el alcalde, Francisco Bella, ha recordado el necesario apoyo que debe prestarse al uso tradicional de la piña bajada con caña, “que cuenta con un importante valor en el mercado gracias en parte a la declaración de los pinares del Ayuntamiento como ecológicos, hace ahora diez años”. En este sentido, ha destacado el valor cultural de estas prácticas, “como parte intrínseca del espacio natural, que perdería una parte de su patrimonio si no se mantuvieran”.

“Además –ha citado Bella- supone un complemento de renta fundamental para los habitantes del entorno de Doñana, a partir de un uso sostenible que contribuye al sostenimiento del pinar. Que éste aporte economía y trabajo a los habitantes de la zona conlleva una actitud inmediata de respeto al medio natural. En Almonte tenemos la evidencia de que no se producen incendios forestales, lo que habla a las claras del grado de concienciación asentado entre los ciudadanos”.

Prensalmonte. Viernes, 17 de diciembre de 2010.

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