El alcalde apela a la responsabilidad de los propietarios que alquilan en El Rocío para las fiestas navideñas
“La tranquilidad de miles de personas y el mantenimiento de los valores de este espacio único deben respetarse por encima de todo”
Almonte. Lunes, 7 de diciembre de 2009.
La preocupación ciudadana ante la afluencia de personas que se espera para las próximas fechas en El Rocío y la ruptura de la clásica tranquilidad que respiran los vecinos de la aldea, han provocado una reacción en el consistorio almonteño. Todo ello en aras de mantener la imagen de un espacio único, con sus señas de identidad intactas para tantas personas que lo eligen como lugar de estancia durante las fiestas navideñas, y “para que nadie pueda realizar ninguna acción que pueda desvirtuarlo en ningún sentido”, según ha asegurado el alcalde de la localidad, Francisco Bella.
Con el fin de mantener la práctica ausencia de incidencias en el mes de diciembre y especialmente durante la Nochebuena y la Nochevieja, se va a actuar con toda la contundencia que se deriva de los acuerdos tomados entre ayuntamiento y responsables en materia de seguridad que operan en el municipio: guardia civil, policía local y unidad adscrita de la policía autonómica.
Para el representante local, la pieza clave en materia de orden público es el propietario de las casas que se alquilan, pues es el responsable de lo que sus inquilinos hacen, y es algo que se va a tener especialmente en cuenta este año. “No se puede tirar la piedra y esconder la mano. No se puede alquilar la casa a cincuenta personas que causen molestias a las viviendas de al lado. La responsabilidad final pasa por el propietario”, ha asegurado Francisco Bella.
Estas declaraciones se producen tras la celebración de la Junta Local de Seguridad, celebrada en el municipio la pasada semana. A veces, destaca la jefa de la policía local Paqui Borrero, “tenemos el caso de inquilinos que comprometen la seguridad de otros vecinos y nadie se hace responsable. Entonces, la guardia civil o la policía elevan la denuncia hasta el propietario de la vivienda”.
Se hace por tanto necesario que los dueños de las casas comuniquen los datos de los que se hacen cargo del inmueble alquilado, haciéndolo saber a las fuerzas de seguridad. La identificación soluciona horas de trabajo a la policía. Se pide, por tanto, la colaboración vecinal para el esclarecimiento de este tipo de situaciones.
Controles en los accesos y el interior
Por tercer año consecutivo, se han establecido controles conjuntos de policía y guardia civil. A juicio de Paqui Borrero, esta medida “ha logrado reducir significativamente el número de incidencias”. Las cifras así lo evidencian, ya que las denuncias han disminuido. Por tanto, la medida se reforzará, incrementando los efectivos.
Los puntos de control de tráfico se situarán en lugares visibles de acceso a la aldea, de modo que todos los que la visiten tomen la conciencia de que se encuentran en un lugar “con los mismos niveles de protección que cualquier otro”, según la responsable local de seguridad. También se ubicarán controles de alcoholemia en los accesos y el interior, semanas antes de llegar la Navidad.
Por su parte, la policía autonómica realizará una labor específica en los locales. También se concretarán otras actuaciones previas, relacionadas por ejemplo “con algo tan molesto como los petardos”.
El alcalde apela a la responsabilidad de los propietarios que alquilan en El Rocío para las fiestas navideñas
ResponderEliminar“La tranquilidad de miles de personas y el mantenimiento de los valores de este espacio único deben respetarse por encima de todo”
Almonte. Lunes, 7 de diciembre de 2009.
La preocupación ciudadana ante la afluencia de personas que se espera para las próximas fechas en El Rocío y la ruptura de la clásica tranquilidad que respiran los vecinos de la aldea, han provocado una reacción en el consistorio almonteño. Todo ello en aras de mantener la imagen de un espacio único, con sus señas de identidad intactas para tantas personas que lo eligen como lugar de estancia durante las fiestas navideñas, y “para que nadie pueda realizar ninguna acción que pueda desvirtuarlo en ningún sentido”, según ha asegurado el alcalde de la localidad, Francisco Bella.
Con el fin de mantener la práctica ausencia de incidencias en el mes de diciembre y especialmente durante la Nochebuena y la Nochevieja, se va a actuar con toda la contundencia que se deriva de los acuerdos tomados entre ayuntamiento y responsables en materia de seguridad que operan en el municipio: guardia civil, policía local y unidad adscrita de la policía autonómica.
Para el representante local, la pieza clave en materia de orden público es el propietario de las casas que se alquilan, pues es el responsable de lo que sus inquilinos hacen, y es algo que se va a tener especialmente en cuenta este año. “No se puede tirar la piedra y esconder la mano. No se puede alquilar la casa a cincuenta personas que causen molestias a las viviendas de al lado. La responsabilidad final pasa por el propietario”, ha asegurado Francisco Bella.
Estas declaraciones se producen tras la celebración de la Junta Local de Seguridad, celebrada en el municipio la pasada semana. A veces, destaca la jefa de la policía local Paqui Borrero, “tenemos el caso de inquilinos que comprometen la seguridad de otros vecinos y nadie se hace responsable. Entonces, la guardia civil o la policía elevan la denuncia hasta el propietario de la vivienda”.
Se hace por tanto necesario que los dueños de las casas comuniquen los datos de los que se hacen cargo del inmueble alquilado, haciéndolo saber a las fuerzas de seguridad. La identificación soluciona horas de trabajo a la policía. Se pide, por tanto, la colaboración vecinal para el esclarecimiento de este tipo de situaciones.
Controles en los accesos y el interior
Por tercer año consecutivo, se han establecido controles conjuntos de policía y guardia civil. A juicio de Paqui Borrero, esta medida “ha logrado reducir significativamente el número de incidencias”. Las cifras así lo evidencian, ya que las denuncias han disminuido. Por tanto, la medida se reforzará, incrementando los efectivos.
Los puntos de control de tráfico se situarán en lugares visibles de acceso a la aldea, de modo que todos los que la visiten tomen la conciencia de que se encuentran en un lugar “con los mismos niveles de protección que cualquier otro”, según la responsable local de seguridad. También se ubicarán controles de alcoholemia en los accesos y el interior, semanas antes de llegar la Navidad.
Por su parte, la policía autonómica realizará una labor específica en los locales. También se concretarán otras actuaciones previas, relacionadas por ejemplo “con algo tan molesto como los petardos”.