EL AYUNTAMIENTO PROPONE QUE EL DINERO DESTINADO A DESCASTES EN DOÑANA SEA INVERTIDO EN EMPLEO PARA LA GENTE DEL ENTORNO.

Según la concejala de Medio Ambiente, Azucena León, “la participación controlada de las asociaciones de Cazadores en los descastes permitiría ahorrar gastos en matar los jabalíes que sobran en Doñana, un presupuesto que podría ser invertido en obras de restauración paisajística que alivie el paro en la zona”.

El Ayuntamiento de Almonte, ante el silencio de la administración del Espacio Natural de Doñana a la propuesta formal de las asociaciones de Cazadores de Almonte de participar en los descastes de animales generalistas que se realizan periódicamente para controlar las poblaciones de jabalíes, ha reclamado otra gestión de los descastes, basada en una visión más aperturista hacia aquellos asuntos que, como éste, podrían hacerse con la participación de los habitantes del municipio almonteño.

El programa de reducción poblacional en este Espacio Natural cuenta con un presupuesto de 137.000 euros para 2011, destinado a “mantener el control de especies generalistas presentes en Doñana, jabalíes, zorro, gato doméstico, perros y ratas mediante el contrato de técnicos y apoyo de la guardería”, según consta en el Plan Anual de Trabajos e Inversiones para 2011 del Espacio natural de Doñana, en su punto 2.5.11. Según declaraciones de Azucena León, “es obvio que se puede optimizar ese recurso con la participación controlada de las asociaciones de Cazadores en los descastes, tal como proponemos desde Almonte, ya que permitiría ahorrar gastos en matar los jabalíes que sobran en Doñana, e invertir ese presupuesto en obras de restauración paisajística, o en trabajos selvícolas, que contribuyan a aliviar el paro en la zona”.

Por otra parte, “es lamentable, asegura la concejala de Medio Ambiente de Almonte, que Doñana sea noticia en la prensa por la detención de tres furtivos, como ocurrió hace escasos días, que han dado muerte a dos jabalíes; nos parece que Doñana tiene que aparecer en la prensa más por iniciativas positivas que por otra cosa, iniciativas que favorezcan la integración social y la participación de la gente en la gestión como fórmula de corresponsabilidad con la conservación del territorio.”

Finalmente, Azucena Léon ha asegurado que “cuando hay una situación económica difícil como la de ahora, a la gente le cuesta entender, y al ayuntamiento explicarlo, que en Doñana se gasten decenas de miles de euros en hacer algo que podría salir gratis, y servir de nexo social entre el Espacio Natural de Doñana y los habitantes de las zonas aledañas en torno a un objetivo común”


Las asociaciones de cazadores y el Ayuntamiento presentaron formalmente a la administración del Parque Nacional la propuesta de que los colectivos de la localidad participen en los descastes, con un documento que fue entregado durante el último Consejo de Participación de Doñana, celebrado el día 3 de diciembre. Durante el transcurso de la reunión, el representante de la Federación Andaluza de Caza intervino para sugerir que los colectivos de la zona participaran en los controles de población, posibilitando un ahorro económico en la gestión del espacio. A la respuesta del director conservador solicitando una propuesta formal, el alcalde de Almonte Francisco Bella sacó a la luz este documento que está firmado por el representante municipal y las asociaciones de cazadores locales. El escrito tomó cuerpo en el transcurso de las II Jornadas “Villa de Almonte”, celebradas el pasado 26 de noviembre. Entonces, se formalizó el acuerdo para solicitar la firma de un convenio de colaboración para realizar los controles de población de especies como jabalíes, gamos o ciervos.

Tal como señaló entonces azucena León“se trata de un planteamiento muy coherente, en consonancia con lo que ya se hace en otras áreas protegidas en España como Sierra Nevada y Monfragüe. Queremos que se entienda especialmente que no se trata de meter el lobo en el corral, ya que los cazadores de las asociaciones locales son personas perfectamente concienciadas y están organizadas en colectivos que han alcanzado una gran madurez. Hasta el punto de que tienen en la sostenibilidad el patrón de conducta para realizar sus actividades actuales”.

Los cazadores dependen de la conservación para que los animales puedan reproducirse y, finalmente, las asociaciones puedan mantener su actividad. Estos colectivos ponen en valor el cuidado de los ecosistemas, ya que se preocupan por mantener un equilibrio en el número y diversidad de especies

Almonte, 22 de enero de 2011