miércoles, 4 de agosto de 2010

Domingo Núñez, concejal de Turismo: “WWF debería apoyar el proyecto de conexión Almonte-Sanlúcar y no sembrar dudas sobre la idea de conservar Doñana”

El rechazo del grupo ecologista WWF al proyecto de conexión Matalascañas-Sanlúcar ha provocado malestar en el Ayuntamiento onubense, por cuanto las bondades del proyecto pasan por la disminución del número de vehículos que hoy día pasan por las playas de Doñana, en función de los permisos concedidos actualmente. Por tanto, el respeto medioambiental se une a la puesta en valor de la naturaleza y el aprovechamiento turístico. La mirada de incomprensión dirigida por el colectivo conservacionista hacia la iniciativa, ha sido contestada por el concejal de Turismo de Almonte, Domingo Núñez.

En respuesta a lo publicado en prensa, argumenta que “si el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, está informado sobre el proyecto de conexión entre Almonte y Sanlúcar, debería apoyarlo a voces vivas, al solicitar la reducción de vehículos por las playas de Doñana, ya que eso es, exactamente, lo que propone. Luego se contradice o bien está hablando sin conocimiento de causa. ¿Qué prefiere él como ecologista, doscientos coches distintos e incontrolados diarios por la playa o sólo diez vehículos controlados, programados y conducidos por guías especializados que mostraran un ecosistema perfectamente conservado y que dieran la oportunidad a todos los ciudadanos de disfrutar de este bien, Patrimonio de la humanidad?”

Para Domingo Núñez, “decir que la Consejería de Medioambiente de la Junta, a través de la Dirección del Espacio Natural y junto con la Estación Biológica de Doñana, debe establecer las condiciones para minimizar el tránsito de vehículos por la playa de Doñana, es lo mismo que decir que se apruebe el proyecto presentado, porque es lo que solicitamos: minimizar el tránsito, pero pudiendo ser utilizado por todos los ciudadanos. ¿O es que está pidiendo que se reduzca el número de recorridos y que sólo puedan utilizarlo algunos privilegiados?” Se pregunta el concejal cuántas veces ha disfrutado del trayecto él mismo, y a partir de ahí, por qué no pueden disfrutarlo también los ciudadanos.

Por otro lado, y según el responsable de Turismo, “el temor que muestra a que sean los ayuntamientos afectados los que tomen iniciativas sobre estos proyectos, deja entrever un oscuro miedo a perder el control absoluto del Espacio Protegido, y perder el carácter de cortijo o antigua colonia que parece defender. A estas alturas, considero que actitudes como éstas forman parte de un conservadurismo de lo más retrógrado, propio de épocas pasadas, más que de las actuales directivas de participación y conservación europeas. La gente de Doñana espera que se haga justicia con quienes conviven con el territorio y no con aquéllos que desde salones con aire acondicionado acuden a los medios de comunicación con facilidad y siguen considerando este espacio un coto cerrado para el disfrute de unos pocos”.



Razones para estar de acuerdo

De nuevo, y en directa relación con el proyecto, el titular de Turismo sostiene que WWF “debería trabajar codo a codo con el Ayuntamiento de Almonte y ser su más firme defensor por muchos motivos. En primer lugar, el colectivo ecologista pide que los tránsitos por Doñana sean los imprescindibles para la gestión del Espacio, con relación a las actividades de uso público. Y el Ayuntamiento también”. De este modo, se pregunta el concejal por qué este proyecto no se considera una actividad de este tipo.

En segunda instancia, continúa el político almonteño, “WWF pide protección para el lince en las carreteras, propiciando el uso de transporte público. El Ayuntamiento es el único, por ahora, que ha puesto en práctica hace ya cuatro años una línea de autobuses públicos y gratuitos durante las veinticuatro horas del día entre Almonte, El Rocío y Matalascañas, y que cuenta con miles de usuarios, reduciendo las posibilidades de atropellos, contaminación, etc. y con un costo anual de más de 300.000 euros, pagados íntegramente por el Ayuntamiento”.

Sigue el concejal que, desde hace años, “se vienen realizando excursiones al interior de Doñana sin ningún tipo de incidencias, demostrando que puede hacerse un desarrollo sostenible en el Espacio Protegido, siendo los empresarios que lo ejecutan un ejemplo de conservación y ecologismo”. Concluye Núñez en preguntarse “qué más muestras hacen falta para que dejen de considerar a la gente del entorno como una amenaza para Doñana”.

Por todo lo expuesto con anterioridad, el responsable local sostiene que las declaraciones de Juan Carlos del Olmo, aparte de crear confusión sobre si los objetivos de WWF son conservar Doñana o perpetuar el conservadurismo puro y duro, “tienen el objetivo de crear más demagogia, utilizando términos sensibles como la conservación de Doñana que alcanzan a foros lejanos como Madrid y Europa, para no entrar así en el análisis real del proyecto de conexión Almonte-Sanlúcar, ya que este análisis acabaría posiblemente en su aprobación, poniendo así en peligro los privilegios exclusivos que disfrutan ahora sólo unos cuantos”.

Almonte. Miércoles, 04 de agosto de 2010.

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