“EL SILENCIO SOBRE EL PROYECTO DE UNIÓN TERRESTRE MATALASCAÑAS-SANLÚCAR DEMUESTRA QUE LA JUNTA DE ANDALUCÍA Y LA DIRECCIÓN DEL ESPACIO NO CONFÍAN EN UN DESARROLLO SOSTENIBLE DE DOÑANA”

Según el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Almonte, Domingo Núñez, “después de casi veinte años madurando el concepto de desarrollo sostenible, el sector privado y la ciudadanía han demostrado que es posible y están preparados, pero la dirección del Parque y la Consejería de Medioambiente no parecen creerlo y siguen optando por conservar mediante candados”.

Acerca de la conexión entre Almonte y Sanlúcar de Barrameda a través de playa de Matalascañas y playas de Doñana, el Ayuntamiento de Almonte ha aportado a la Consejería estudios de impacto medioambiental que demuestran que el proyecto reduce de forma importante los recorridos que soporta la orilla actualmente. Sin embargo, ha obtenido la callada por respuesta. Según el concejal: “Hasta un niño chico lo entiende fácilmente: actualmente circulan por la orilla muchos vehículos sin revisiones de ningún tipo y conducidos por todo tipo de personas. El proyecto reduce de forma importante el número de trasiegos y sólo se utilizarían transportes especiales -menos contaminantes- y conducidos por personal experto. Entonces, ¿Cuál es el problema?, ¿por qué no se pone en práctica inmediatamente para reducir el impacto cuanto antes? ¿Por qué solo pueden circular por ahí los enchufados?”, ha expresado con rotundidad.

Por otra parte, el titular de Turismo argumenta que “si realmente existe por parte de la Junta de Andalucía y la Dirección del END la voluntad de promover un desarrollo en Doñana mediante una utilización racional y sostenible de sus recursos, ¿por qué continua el silencio ante proyectos como la unión terrestre entre Matalascañas y Sanlúcar? ¿Por qué no se autoriza el proyecto temporalmente y luego, tras un estudio de los resultados, se da o no una concesión definitiva?”

Después de dos meses esperando la autorización para la puesta en marcha de este importante proyecto y no haber obtenido ninguna respuesta, la conclusión del Concejal de Turismo de Almonte es que, en realidad, los responsables de Doñana no están convencidos del desarrollo sostenible que tanto proclaman. “Temen lo que pueda pasar. Siguen pensando, como hace veinte años, que para conservar hay que poner vallas y cerrar las puertas con candados. Sin embargo, tanto el Ayuntamiento como el sector privado han demostrado, durante mucho tiempo, que están más que preparados para conservar Doñana, creando puestos de trabajo que permiten vivir a los habitantes de la comarca y, a la vez, el disfrute sostenible de los recursos del espacio protegido”.

Como ejemplo, cita Domingo Núñez el magnífico trabajo que hace, desde hace años, la Cooperativa concesionaria de las visitas al interior de Doñana. “No sólo crean riqueza con su trabajo, sino que son verdaderos guardianes y conservadores del Parque. Y como ellos, muchos más. Estamos convencidos de que, proyectos como éste, son los que realmente hacen ver a la sociedad la importancia de Doñana y su conservación. De otra forma, aislando el espacio protegido y cerrándolo con llave, sólo conseguiremos resucitar pensamientos antiguos como ¿conservar para qué? ¿Qué beneficios da Doñana a sus habitantes?”

Por último, y en referencia a la información que ha pedido la Comisión Europea sobre el proyecto tras la pregunta-denuncia presentada por el eurodiputado Raúl Romeva, el concejal ha declarado que: “lo de este hombre es de juzgado de guardia. Los linces mueren en las carreteras, no en la orilla del mar. Sólo le ha faltado decir que el proyecto daña a las focas o los elefantes de Doñana. Es muy triste e injusto tener que defenderse de gente así y que este tipo de personas puedan ser eurodiputados. Creo que se está utilizando demagogia pura para crear falsas alarmas y desviar la atención de lo importante: que el proyecto produce mejoras medioambientales, sociales y económicas. Es decir, desarrollo sostenible, y no hay argumentos para rechazarlo, pero hay temor en autorizarlo”, ha concluido.

Almonte. Lunes, 2 de agosto de 2010.