La asociación de Memoria Histórica del Condado se reúne con el Comisario andaluz, Juan Gallo

Con esta visita, se ha iniciado el protocolo para la apertura de las fosas comunes de Almonte, La Palma del Condado y Niebla, que han quedado alejadas de los cementerios debido a la apertura de nuevos camposantos

Almonte. Jueves, 28 de octubre de 2010.

La nueva junta directiva de la asociación de Memoria Histórica del Condado se ha reunido durante esta semana con el Comisario de MH en Andalucía, Juan Gallo. En el encuentro, se han dado a conocer los nuevos cargos del colectivo y ofrecido la posibilidad de que cuente con él en próximas convocatorias, así como que se persone en las próximas jornadas que se organicen en esta comarca onubense. También se ha solicitado una subvención para emprender nuevas actividades.

Como asunto principal, se han iniciado los trámites de exhumación en las tres fosas comunes existentes en el Condado que se encuentran fuera de los cementerios. Concretamente, se hallan en Almonte, La Palma del Condado y Niebla. En su día, se erigieron nuevos camposantos, con lo que los restos han quedado sin una referencia que los identifique. En el caso almonteño, se ha construido el parque municipal Blas Infante. En cuanto a La Palma del Condado y Niebla, se han colocado un parque infantil y una plazoleta con juegos. La intención es extraer los restos y depositarlos en los cementerios actuales.

La asociación aún no ha contactado con estos dos ayuntamientos. En el caso de Almonte, la institución local ya ha manifestado que otorgará el permiso correspondiente. En esta fosa común yacen, al menos, seis mujeres procedentes de Bollullos Par del Condado. Más incierta es la situación de las otras dos fosas, sobre todo en el caso de La Palma. De cualquier forma, y según su secretario Carlos Ruiz, “el colectivo de Memoria Histórica recurrirá a la legalidad vigente y agotará los plazos”.

Según les ha informado el Comisario andaluz de Memoria Histórica, para llevar a cabo el traslado de los restos se debe cumplir un protocolo. Comenzará con el envío a esta institución de la reclamación del cuerpo, a cargo de los familiares y la asociación. A este paso, deberá seguir que el propietario de los terrenos (en este caso, los ayuntamientos) no se oponga a la actuación. Entonces, se deberá demostrar la localización exacta de la fosa mediante una cata que lo certifique.

Posteriormente, la administración autonómica aportará los arqueólogos y forense u otorgará una subvención al colectivo del Condado para que contrate los equipos humanos necesarios e inicien el trabajo. Finalmente, se identificarán los restos si procede. Si no quedan familiares vivos que se hagan cargo de ellos, se depositarán en el cementerio en condiciones dignas.

La mayor parte de las fosas comunes del Condado están en las proximidades de los cementerios y se han identificado con algún signo externo, por lo que no se ha considerado en principio su apertura.