La conexión con Sanlúcar tiene, entre sus fines, la reducción del número total de vehículos que circulan por las playas de Doñana

La conexión entre Almonte y Sanlúcar de Barrameda, según reza el informe aprobado en pleno por la corporación municipal, incluye diversos apartados medioambientales en su fundamentación. Principalmente, se manifiesta que en la actualidad y previa autorización del Espacio Protegido de Doñana, se conceden autorizaciones para circular por esta zona restringida en función de diferentes causas: investigación, guardería, usos tradicionales y uso público, más permisos puntuales que, en muchos casos, “duplican o triplican los permisos destinados a los anteriores supuestos”.

Con excepción de los dos primeros casos, se trataría de unificar estos tránsitos, reglarlos y canalizarlos a través de unos horarios específicos que garantizasen las necesidades de aquéllos que deben atravesar la playa, reduciendo el número final de vehículos privados.

Para ello, se constituiría un servicio de transporte colectivo con todo terrenos que ya se utilizan para las visitas organizadas dentro del programa de uso público del Espacio Protegido. Se circularía desde Matalascañas hasta Punta de Malandar, cruzando en barcaza hasta Sanlúcar de Barrameda y viceversa. En total, 34 kilómetros a 50 kilómetros por hora, en un viaje que duraría entre 40 y 75 minutos, en función de las mareas.

Estos todoterrenos usarán biodiesel, combustible con menor carga contaminante y serán revisados periódicamente para reducir la posible generación de vertidos. Finalmente, en el documento se recoge que la reducción del impacto ambiental en las playas de Doñana significará una lucha más “contra el cambio climático a escala local”.

Almonte. Martes, 11 de mayo de 2010.